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//«Mensaje cuando llega a cero»
¡¡ULTIMA OPORTUNIDAD!! Tu plaza puede ser ocupada por otra persona YA.//

SERENIDAD EXPRESS

Recupera el control, frena el estallido y sigue con tu día como si nada.

Lo que obtendrás:

Laura

“Yo sabía que no tenía motivos para alterarme tanto. Pero era automático. Me encendía y no podía parar. Terminaba hecha polvo. 

Con este enfoque entendí que no se trataba de controlar. Se trataba de que ya no se activara el impulso. 

Ahora me noto distinta. Hay cosas que antes me sacaban de quicio y ahora… simplemente no me afectan.”

Diego

“Nunca reaccionaba bien. Si alguien me contradecía, saltaba. Me ponía a la defensiva. 

Luego me sentía culpable. 

Pero cuando entendí que mi reacción era un patrón automático… todo cambió. 

Ahora me noto mucho más tranquilo.”

Marta

“Podía estar tranquila, pero si alguien cuestionaba lo que decía, me encendía. Subía el tono, me ponía a la defensiva… y luego pasaba el resto del día con un nudo en el estómago.


Con este método, es como si ese interruptor ya no existiera.
Las mismas personas dicen las mismas cosas, pero yo ya no salto. Puedo ser firme y responder sin que me suba la sangre a la cabeza.”

NATALIA DE SANDE

NATALIA DE SANDE

Lleva más de 15 años ayudando a personas que han probado psicólogos, terapias, meditación, coaching… y siguen sin poder frenar sus estallidos de ira.

Creó la metodología HIA – Hipnosis de Interrupción Activa: porque entendió que la solución no está en controlar después, sino en desactivar antes.

SERENIDAD EXPRESS

Recupera el control, frena el estallido y sigue con tu día como si nada.

Laura

“Yo sabía que no tenía motivos para alterarme tanto. Pero era automático. Me encendía y no podía parar. Terminaba hecha polvo. 

Con este enfoque entendí que no se trataba de controlar. Se trataba de que ya no se activara el impulso. 

Ahora me noto distinta. Hay cosas que antes me sacaban de quicio y ahora… simplemente no me afectan.”

Diego

“Nunca reaccionaba bien. Si alguien me contradecía, saltaba. Me ponía a la defensiva. 

Luego me sentía culpable. 

Pero cuando entendí que mi reacción era un patrón automático… todo cambió. 

Ahora me noto mucho más tranquilo.”

Marta

“Podía estar tranquila, pero si alguien cuestionaba lo que decía, me encendía. Subía el tono, me ponía a la defensiva… y luego pasaba el resto del día con un nudo en el estómago.


Con este método, es como si ese interruptor ya no existiera.
Las mismas personas dicen las mismas cosas, pero yo ya no salto. Puedo ser firme y responder sin que me suba la sangre a la cabeza.”